Pensá en una canción, la primera que venga a tu mente. ¿De qué habla? ¿La música tiene sentido con lo que dice la letra? ¿Cuál es la parte que mas te gusta? Con estas 3 simples preguntas podemos abrir la cabeza y a partir de acá vamos a captar mucho mas, la próxima vez que la escuchemos.
Componer un tema a veces se da solo, a veces hay que reunir ideas previas, y otras veces simplemente no fluye. Vamos a poner dos situaciones paralelas sobre la mesa: a) Estás componiendo una canción desde cero y tenes la letra (empezás a componer desde ahí).
b) Estás sacando un cover y querés darle algo tuyo, tu estilo.
a) Una letra es como una historia, o un cuento, mas allá de que tanto texto tenga. Es importante que podamos diferenciar 2 o 3 partes diferentes, a la que después les vamos a dar vida con una melodía para cada una (estrofa, estribillo y puente). La escala o los acordes que uses van a estar ligados al estilo de música que hagas (si mezclas estilos tenes aun más libertad). Pero hay dos polaridades que están siempre presentes en la música: las escalas Mayores y Menores. Si tu letra habla de recuerdos tristes, de amores fallidos, etc., tenes una gama de escalas que van a representar muy bien esas emociones, sobre todo escalas menores. Pero también pueden ser lindos recuerdos o sensaciones de calma, en ese caso podemos usar escalas mayores y ritmos lentos y suaves. Este uso ambiguo de una sensación siempre va a tener que ver con tu forma de sentir esa emoción.
Ahora, ¿De dónde vienen estas tendencias? Los inicios están en la llamada música clásica. Pero en los últimos 100 años, desde la radio, hasta el cine y la televisión, las historias nos dieron la oportunidad de escuchar el punto de vista de diferentes compositores (influenciados siempre por lo que escuchaban), podemos escuchar música heroica, música de fantasía, música de suspenso, etc. Cada una de éstas ambientaciones se definen con la escala y armonización indicada.
Entonces, tu historia tiene su propio paisaje, el cual podes buscar a través de la imaginación libre (podes cantar una idea y ver como funciona con la letra). Claro que es necesario conocer una variedad de escalas para probar libremente, o empezar a investigar una nueva y jugar con ella. Supongamos que tenes tus 2 o 3 partes armadas y sonando. Lo último es grabar y empezar a elegir que instrumentos pueden sonar, si tenes una banda le pasas la idea a tus compañeros y ellos condimentan. Pero… ¿Termina ahí?
b) Elegiste un cover, lo vas a pasar a un estilo completamente diferente. La melodía va a ser la misma, quizás puedas cambiar el tono de la canción, pero estructural mente será el mismo tema. ¿Qué cambia entonces? La manera de ejecutar y cantar.
Esta última parte une a las dos situaciones, componer o hacer un cover. La forma en la que vas a cantar, tocar, dice mucho de tu música. La interpretación es la que nos transmite el mensaje y a la vez no notamos que está ahí. Pongamos un ejemplo: tenes que decir unas palabras frente a una gran cantidad de gente. Sabes lo que vas a decir, el orden de las partes, la letra (como tener la canción armada), pero la forma en la que hablas, va a ser posible que el mensaje llegue a todos y se escuche claro. Empezás fuerte para captar la atención, con una buena pregunta, resaltas ciertas palabras acentuando algunas sílabas, manejas la intensidad de las palabras según lo que estás diciendo (no es lo mismo decir fuerza, que decir calma). Este tipo de recursos son estudiados por oradores, el lenguaje verbal, las múltiples formas en las que uno comunica. En la música no es muy diferente.
Nuestras melodías tienen puntos fuertes, puntos mas débiles y diferentes propuestas. Por eso los recursos musicales no se quedan en armonía y melodía, también tenemos intensidad, velocidad, acentos, capas de instrumentos (instrumentación).
Por eso, una buena parte de la práctica de tu instrumento, tiene que ver con la relajación y la escucha. Tenemos que darnos la posibilidad de ser nosotros al %100 a la hora de tocar, dejar fluir nuestra música y poder revisar si el mensaje es claro, si como oyente puedo disfrutar de lo que estoy creando. Y no hay dudas de que cada minuto de atención nos da un poco mas de experiencia y expande la oportunidad de disfrutar. Te dejamos un cover, para que puedas escuchar con otros oídos (como ver con otros ojos) la forma en la que se puede contar una historia, no solo con palabras.
Por Matias Genovesi